Hace un tiempo largo ya, que dejé de escribir, ¿Por qué? No lo sé, sentí que la inspiración no me
lo reprochaba y tampoco me hice tantos cuestionamientos, ni planteos sobre el
tema… Si al fin y al cabo (pensé), estoy bien así.
Pero algo me
pasa al releer mis escritos. Algo nostálgico, algo melancólico.
Me rodea la
tentación de dejarme embrollar nuevamente por
palabras que, sin querer, se tornan mágicas.
Hace mucho
tiempo no experimento esa fusión entre el corazón y las palabras; entre la
conciencia y la utopía; entre lo real y lo metafórico; entre lo cuerdo y lo no
tan cuerdo.
Recuerdo
que, no muy lejos la escritura fue mí pasión; PASIÓN que lleva tiempo, entrega
y principalmente lleva dicho de otro modo: mucho SENTIR.
Es una pasión que
te gratifica infinitamente lo más hondo de tu ser.
Me identifique mucho con este escrito Hay que abrirse y escribir...
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